En las últimas horas, se derrumbó en su totalidad la reconocida “Cueva de Jimbo”, uno de los principales atractivos que tenía el Parque Nacional Tierra del Fuego. No se registraron heridos, según informaron los medios locales. La estructura era de hielo y solía ser uno de los lugares más visitados por los turistas, aunque las autoridades habían prohibido su ingreso desde 2021 por su fragilidad. Pese a la advertencia, a fines de 2022 un brasileño murió en ese lugar luego de que impactara sobre su cuerpo una masa de hielo que se desprendió del techo de la imponente caverna.
La “Cueva de Jimbo” estaba ubicada cerca del espacio conocido como Cañadón de la Oveja. Se trataba de una apertura que se fue “construyendo” de manera natural con el retroceso de los glaciares que se habían formado unos 10 mil años atrás y que ahora ven las consecuencias del calentamiento global, según pudo saber LA NACION de fuentes del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur). Si bien las temperaturas invernales siguen siendo frías, estos últimos días, por ejemplo, se registraron entre 17 y 18 grados durante varias jornadas, algo no muy común para esa provincia, agregaron los especialistas consultados.
A simple vista, la cueva se distinguía por tener rayas blancas y negras en sus paredes, lo que significaba que, además de hielo, estaba formada por rocas. Según la información que circula localmente, la caverna fue descubierta poco más de una década atrás y fue la primera persona en divisarla quien la habría bautizado con el nombre de su perro “Jimbo”.
Si bien el lugar era muy visitado, no era promocionado por las autoridades locales porque se lo consideraba peligroso por el derrumbe de parte de su estructura, algo que solía pasar. Así y todo, los turistas se acercaban porque quedaban embelesados con las fotos que circulaban en las redes sociales.
En 2022, Dennis Marin, de 37 años, falleció luego de que un trozo de hielo se desprendiera sobre su cabeza cuando intentaba ingresar a la cueva pese a que estaba prohibido. Había sido quien encabezaba la hilera de curiosos que tenía como objetivo visitar el interior de la helada caverna y todo quedó registrado por la cámara de uno de los turistas.
Al llegar al lugar, en conjunto con personal de Parques Nacionales, Policía Provincial, Defensa y Protección Civil, Bomberos Voluntarios, Club Andino Ushuaia y del Hospital Regional, se constató la muerte del visitante, por lo que se inició su descenso mediante el uso de una camilla de rescate Sked (diseñada con un sistema de poleas para intervenciones en altura, espacios profundos o confinados).
Las autoridades del Parque Nacional habían advertido sobre el peligro de acercarse a la “Cueva de Jimbo” después de que científicos del Centro Austral de Investigaciones Científicos (Cadic, dependiente del Conicet) corroboraron que el lugar se encontraba “en peligro de colapso” y que trozos de hielo y piedras se desprendían constantemente del techo de la fría bóveda.
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