El gobierno de Javier Milei intentó ordenar el escenario de negociaciones en las sesiones extraordinarias convocadas con las reuniones que mantuvo Guillermo Francos con diputados en Casa Rosada y con senadores en la Cámara alta, pero sin embargo todavía no están las voluntades y el Ejecutivo deberá redoblar los esfuerzos para alcanzar los votos.
En la Casa Rosada reconocen que el principal tema a tratar es la eliminación de las PASO y no descartan aceptar la suspensión, si no se alcanzan las voluntades. Reconocen a su vez que la instalación del debate ya es una victoria en sí misma. Con todo, el oficialismo estirará al máximo la negociación para buscar la eliminación.
El tema PASO tiene “luz verde”. Es que hay consenso en el sistema político para introducir modificaciones, si bien también hay matices.
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La iniciativa contará con el aval del peronismo, si bien Cristina todavía no se ha pronunciado. Hay una parte importante de los mandatarios peronistas que pretenden eliminarlas (y de esa manera saltearse un escollo en sus territorios).
Además, en el propio oficialismo reconocen que cuentan con el apoyo del sector massista de UxP, que estuvo en oposición a las primarias abiertas desde un inicio.
A los apoyos del peronismo se sumarán los del PRO, que buscan la suspensión en línea con lo propuesto por Jorge Macri a nivel porteño. El partido amarillo sabe que podrá requerir del instrumento en un futuro, y evita dar por muerta la herramienta.
También la UCR (con matices) busca introducir cambios, abaratar gastos e incluso explorar la posibilidad de que se elimine la obligatoriedad. Los exsocios de Juntos por el Cambio no terminan de desprenderse de la herramienta.
También tendrá “luz verde” la ley antimafia que impulsa Patricia Bullrich y que ya cuenta con media sanción en la Cámara baja y dictamen en el Senado. Algunos senadores propusieron modificaciones, pero en el oficialismo hay confianza en que saldrá.
En “amarillo” se encuentran varias iniciativas. Una de ellas, juicio en ausencia, que permitiría juzgar a los autores del atentado a la AMIA aunque estén fuera del país. Cuenta con dictamen en la Cámara baja, pero es un tema sensible para el kirchnerismo, sobre todo por Cristina, que fue enviada a juicio oral por el memorándum con Irán.
Tampoco hay certezas sobre el proyecto de actualización de quebrantos, que generaba dudas incluso en los aliados del PRO.
El proyecto contemplado en el paquete de seguridad que incluye “reiterancia” también está en debate.
Con todo, el proyecto más caliente que está en “amarillo” es el de Ficha Limpia, que fue redactado por la Casa Rosada, introduciendo modificaciones respecto de la fecha del segundo fallo judicial.
En el oficialismo son conscientes de que en la Cámara baja el camino está más allanado. Allí, las voluntades estaban salvo porque, cuando la sesión se convocó, hubo varios ausentes. En donde están las dificultades es en la Cámara alta, donde el poroteo para LLA es más adverso y el kirchnerismo continúa teniendo un bloque de 33 senadores.
Lo que parece todavía aún más dificultoso son los pliegos para nominar al juez federal Ariel Lijo y al catedrático Manuel García Mansilla jueces de la Corte Suprema de Justicia. Son los proyectos en “rojo”. La Casa Rosada no se ha movido de su posición y ha reiterado hasta el cansancio que quiere a los dos jueces o a ninguno. El escenario es mucho más adverso, además, porque se requieren dos tercios de los presentes, y el nutrido bloque de UxP hace que el diálogo con el peronismo sea indispensable.
En la intimidad, Milei explica que quiere la vía del Congreso para que no le achaquen que no insistió en la búsqueda de consensos. Es por ello que explica que todavía no tiene definido qué hará.
Con todo, el Presidente les hace saber a sus allegados que, llegado el caso, no le temblará el pulso para sacar los nombramientos por decreto.
Por el momento, las conversaciones están estancadas y no hay movimiento. El Presidente esperará a que haya avances en las conversaciones en el Cámara alta, y allí definirá el curso de acción a seguir.