Larreta rompió con el PRO y criticó a Jorge Macri

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La reciente declaración de Horacio Rodríguez Larreta marca un punto de inflexión en la política porteña y nacional. Su anuncio de candidatura, acompañado de fuertes críticas a la gestión de Jorge Macri y al rumbo del PRO, deja en claro que su regreso al escenario electoral no será dentro del partido que lo vio crecer. Con este tuit, se derrumba la posibilidad de que el exjefe de Gobierno porteño compita dentro del PRO, lo que reconfigura el panorama opositor.

El distanciamiento entre Larreta y el PRO no es nuevo, pero esta ruptura pública cristaliza un conflicto latente. Al cuestionar la identidad del partido y su rol opositor, el exprecandidato presidencial evidencia una falta de sintonía con el liderazgo de Mauricio Macri y su estrategia de acercamiento al oficialismo de Javier Milei. «El PRO ha perdido su identidad», sentenció, en un mensaje directo que expone la crisis interna del espacio.

La indefinición sobre el cargo al que aspira también es una señal política relevante. Mientras la elección en la Ciudad está prevista para mayo, Larreta no aclaró si competirá en el ámbito local o nacional. «Todavía no sé desde qué lugar me tocará competir, pero sí sé que quiero recuperar Buenos Aires», afirmó en su publicación en redes sociales. Si decide postularse a nivel porteño, podría buscar capitalizar el descontento con la gestión de Jorge Macri. Si, en cambio, su aspiración es nacional, su presencia podría reconfigurar la oposición a Milei y desafiar el liderazgo de Macri en la reconstrucción del espacio opositor.

Las críticas de Larreta a la situación de la Ciudad refuerzan su estrategia de diferenciación. La descripción de Buenos Aires como una urbe «degradada», con baches, inseguridad y falta de mantenimiento, representa un golpe directo a la administración de Jorge Macri y una reivindicación de su propia gestión. «La Ciudad no está bien. Buenos Aires ya no es lo que era», afirmó, subrayando los problemas de infraestructura y seguridad. La nostalgia por «aquella Buenos Aires» que gobernó durante ocho años es un intento por reconstruir su base electoral en un contexto de fragmentación opositora.

Por otro lado, su rechazo a los «liderazgos mesiánicos» y «extremismos ideológicos» es un mensaje tanto para Milei como para Macri. La referencia a la función pública y la «buena política» sugiere un posicionamiento más moderado, en contraste con el discurso de confrontación que hoy domina el escenario nacional.

En síntesis, el lanzamiento de Larreta no sólo significa su regreso al ruedo electoral, sino también la confirmación de su divorcio con el PRO. Su estrategia de diferenciación, basada en la crítica a la gestión actual y a la identidad perdida del partido, lo deja fuera de su espacio tradicional y lo obliga a construir una nueva estructura política. El impacto de esta decisión en el electorado opositor y en la reconfiguración del tablero político será clave en los próximos meses.

por R.N.

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