Caputo la ve venir? El mundo se pone negro y el ministro enfrenta un nuevo reto

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En Bloomberg podía leerse este jueves que Wall Street se asoma a una zona de ‘corrección’, un término utilizado en la jerga financiera por traders y analistas para referirse a cuando los precios de las acciones caen 10% desde un máximo. Eso mostró el índice de la Bolsa neoyorquina S&P 500 de las últimas tres semanas. El desplome fue tan fuerte que la ganancia de las acciones y bonos que registraron tras la victoria de Donald Trump, no solo se evaporó sino que se transformó lisa y llanamente en pérdida.

El tema puede sonar lejano para una Argentina convulsionada por las peleas políticas y la lucha de su ciudadanos de a pie que lidian con un Estado quebrado, incapaz de proveer servicios públicos como se vio hace una semana en una Bahía Blanca azotada por un temporal. Pero un enfriamiento de la economía global será una tormenta para nuestro país más fuerte que cualquier otra acción que tome o deje de tomar Javier Milei. Donald Trump, el domingo pasado, no descartó que la economía de EE.UU. entre en recesión, algo que los mercados recibieron muy mal. Y su secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo directamente que su país necesitaba un detox, o sea una dieta que implicaría un ajuste como consecuencia de las tarifas impuestas a México, Canadá, China y la UE, que elevará el nivel de los precios domésticos. Por último, no se espera que la Reserva Federal (Banco Central de EE.UU.), baje la tasa de interés la semana próxima.

En una nota de Clarín de esta semana, Caputo respondió frente a este planteo: qué impacto recibirá Argentina. “El mundo tiene problemas pero nosotros tenemos un fuerte superávit y la macro ordenada, algo que nunca tuvimos. Estamos bien”.

Hoy sale el dato de inflación de febrero, pero el Gobierno seguramente tenga la mirada puesta más allá, en cuestiones por venir y una de ellas es la economía global. No hay que descartar que entre sus previsiones figure un empeoramiento del contexto internacional para Argentina y que la ayuda del Fondo llegue en un momento ideal, junto a los dólares de la cosecha, porque con Trump nunca se sabe. Ayer subió el riesgo país a 748 puntos básicos.

La Argentina recién en 2026 podría aspirar a regresar a los mercados. Aguantar hasta ese entonces, viviendo con los dólares propios (como en 2024), sería arriesgado. Según cálculos privados, las reservas netas hoy son negativas por US$ 3.800 millones. Y aún cuando no se flexibilice el cepo, el camino también es peligroso: Alberto Fernández tuvo controles al dólar y la brecha se le disparó igual.

Parte del expertise de Caputo es ver los mercados. En enero de 2018, cuando era ministro de Finanzas del gobierno de Mauricio Macri, los bancos le dijeron que el financiamiento para Argentina estaba comprometido. El país tenía déficits en el frente fiscal y externo, y la Reserva Federal había subido las tasas. Aquello fue el comienzo de la ida al FMI en abril de 2018.

Caputo quizás hoy huela algo similar a nivel mundial. Ayer se vio con Nouriel Roubini, un economista de renombre internacional, conocido por sus pronósticos pesimistas (a tal punto que le dicen Dr. Catástrofe). Pero como el ministro dijo, la economía argentina está en mejores condiciones de aguantar la parada esta vez, habiendo hecho ya el ajuste antes de que el mundo se ponga negro como Trump deslizó podría llegar a ocurrir.


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