Casi 2 millones de hogares (unas 6 millones de personas) perdieron los subsidios en sus tarifas de energía eléctrica y gas natural por redes durante el último año, y pasaron a estar categorizados como usuarios de «Nivel 1 – Ingresos Altos (N1)», de acuerdo al reciente informe que presentó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante el Congreso Nacional.
De esa forma, el 42% de los hogares -más de 6,9 millones de un total de 16,3 millones- ya pagan por completo el costo mayorista de abastecimiento de la electricidad; mientras que 4,1 millones de usuarios de la red de gas -el 44% sobre 9,4 millones- abonan el 88% del costo de la producción del combustible, frente a un 31% y un 39%, respectivamente, a mediados de 2024.
Los números fueron relevados por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet, y muestran la velocidad y la focalización del ajuste fiscal con impacto en el sector energético que hizo el gobierno de Javier Milei en poco más de un año.
El cambio obedece al reempadronamiento forzoso de usuarios sucedido el año pasado, cuando el Gobierno avisó que millones de hogares categorizados como «tarifa social» perderían los subsidios si no se inscribían en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
Pese a esto y a que en promedio los hogares cubren el 63% de los costos de la energía eléctrica y el 53% del gas, todavía la mayoría de los hogares de la Argentina sigue teniendo fuertemente subsidiada la luz y el gas.
Los usuarios residenciales categorizados como «Nivel 3 – Ingresos Medios (N3)», que son el 20% del padrón eléctrico y el 23% del gas, pagan apenas el 46% del costo real mayorista de la luz y el 29% del gas. En tanto, los que están en la categoría «Nivel 2 – Ingresos Bajos (N2)» representan el 38% y 33%, respectivamente, del padrón, y cubren en sus boletas el 30% del costo de la electricidad y el 23% del gas.
El Gobierno quiere dar de baja el sistema de segmentación de tarifas por niveles de ingresos, diseñado durante la gestión de Martín Guzmán como ministro de Economía y puesto en marcha por Sergio Massa a fines de 2022, pero fracasó en la implementación de una Canasta Básica Energética durante el año pasado. En cambio, ahora se comprometió ante el Fondo Monetario Internacional a establecer un esquema de subsidio único para los hogares más vulnerables, sin una fecha cierta.
El menor gasto en 15 años
«Los subsidios al sector energético fueron equivalentes a 6.252 millones de dólares en 2024, un 35% menos que un año antes. Su incidencia sobre el Producto Interno Bruto (PIB) fue del 1%, el nivel más bajo desde 2009. Mientras que en 2014 los subsidios a la energía representaban el 12,1% del gasto primario, en 2024 esa incidencia se redujo al 6,5%», analizó la consultora Economía & Energía.
«Entre enero y marzo de 2025, la tendencia a la baja continúa: los subsidios energéticos fueron de US$ 370 millones, 44% menos que en el primer trimestre del año pasado. Se proyecta que en 2025 los subsidios totales del sector bajarán a US$ 4.433 millones y representarían 0,7% del PIB, el nivel más bajo desde 2007«, completaron en un informe los economistas Nicolás Arceo y Patricia Charvay.
En otro orden, el Gobierno está dando los últimos pasos para que en mayo entren en vigencia las Revisiones Quinquenales Tarifarias (RQT) de los servicios públicos de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural por redes.
El mes que viene se aplicará el ya clásico aumento mensual de tarifas definido por el Ministerio de Economía, en línea con el objetivo de una inflación descendente, y además se implementaría una pequeña suba extra para recomponer atrasos en los márgenes de las empresas como Edenor, Edesur, Transener, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, TGS y TGN, entre otras.
AQ