Desafíos, debates y tareas para fortalecer al Partido de los Trabajadores Socialistas

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Participaron docentes, textiles, metalúrgicos, estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, del CBC Estación Buenos Aires y terciarios, jóvenes precarizados, jubilados, miembros de asambleas barriales y fábricas de la zona.

El ganador: la abstención. La crisis de representación

En varias intervenciones remarcaron que la apatía social expresa una continuidad de la crisis de representación. «Ganó la abstención», sintetizó un estudiante de Ciencias Sociales y agregó que, “la bronca que llevó a Milei al gobierno hoy se traduce en abstención”. También hubo coincidencias en señalar que la campaña lavada, vecinalista y tibia de Leandro Santoro, encabezando el espacio kirchnerista, no fue opción para enfrentar a la derecha. La línea malmenorista no logró hacer la diferencia frente a la fragmentación de la derecha.

Otras compañeras destacaron la posibilidad de dialogar desde la izquierda con los sectores descontentos, con consignas como, “que un diputado cobre como una maestra” o que, “todos los cargos sean revocables”, o “la lucha por la jornada de 6 hs. para trabajar menos y trabajar todos con un salario que cubra la canasta familiar”. Varios señalaron que, si bien se levantaron los valores de la izquierda, necesitamos fortalecer la agitación de un programa que dialogue con el malestar generalizado y las aspiraciones de las masas trabajadoras y populares.

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Coincidimos en que Luca Bonfante se destacó como una nueva figura y, si bien no llegó a una segunda banca para el FITU, logró posicionarse como una figura joven, combativa y con llegada a sectores amplios de la juventud, no solo universitaria sino trabajadora, como comentó un compañero que se expresó entre jóvenes de su fábrica. Se militó en condiciones extremadamente adversas: sin recursos económicos, sin financiamiento del Estado, sin tiempos en televisión, ni en medios masivos. Se trató de una campaña completamente militante, sostenida por el esfuerzo de cada una de las y los militantes del PTS y sus simpatizantes.

La fuerza orgánica y el desafío de la construcción en la zona

Si bien nuevos militantes se sumaron al partido desde que inició el gobierno de Milei, la pregunta estratégica es si alcanza para intervenir con fuerza en procesos más profundos de la lucha de clases. «No tenemos los suficientes», señalaron varios apuntando a la necesidad de fortalecernos con más agrupaciones en las estructuras y referentes en cada una de ellas. Otros insistieron en la necesidad de construir nuevas instituciones en los barrios que combinen territorio, cultura, salud y política revolucionaria desde abajo. La solidaridad, el deseo de cambiar las cosas y el respeto ganado por figuras como Luca, junto a La Rusa, muestran que hay condiciones para disputar subjetividad y valores. Pero, como señalaron otros compañeros, esos valores tienen que servir como puente para introducir un programa y una estrategia revolucionaria. Ante ello también se remarcó la necesidad de retomar los grandes debates estratégicos sobre la revolución y el Frente Único Obrero, para avanzar en la disputa por la dirección de los procesos y superar a las actuales conducciones de los sindicatos, centros de estudiantes y organizaciones de masas.

Un partido que lucha y piensa cómo construir influencia de masas

La reunión dejó en claro que las y los militantes del PTS no se conforman con ser un partido que solo lucha, queremos ser también una fuerza que construya hegemonía desde abajo, que dialogue con los sectores que no se sienten representados por la política actual, ofrecer una alternativa frente a un reformismo decadente y pelear por una salida de fondo. El gran desafío político es disputar en serio la orientación de los procesos de lucha y construir un partido con más compañeros y compañeras que se propongan ser una alternativa de dirección revolucionaria en cada escenario de lucha de clases por venir. Para ello, prepararnos y hacernos más fuertes, es clave.

Resoluciones votadas:

1. Trabajar ampliamente en todas las escuelas y terciarios de la zona, la Carta Abierta a UTE (sindicato docente mayoritario en la CABA) y a toda la comunidad educativa, impulsada desde el sindicato Ademys, llama a pelear en unidad contra los ataques a la educación que vienen llevando adelante los gobiernos. Proponemos una gran asamblea abierta convocada por ambos sindicatos para discutir democráticamente qué plan necesitamos para frenar a Milei y Jorge Macri.

2. Utilizar la carta también en escuelas secundarias, buscando nuevas formas de intervención en la juventud.

3. Desde La Izquierda Diario , en coordinación con estudiantes de Comunicación de Sociales de la UBA, la Posta de Salud y las asambleas barriales, buscamos llegar a los sectores que expresan descontento.

4. Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas , avanzar en la sede del CBC Estación Buenos Aires.

5. Participar este 4J, a 10 años del primer Ni Una Menos, confluyendo con la lucha de las y los jubilados de todos los miércoles en el Congreso con hora a definir.

6. Tender lazos con trabajadores de la Línea 60 en lucha contra la conducción burocrática de la UTA.

7. Realizar un nuevo plenario el 30/5, invitando a la Comisión Internacional para debatir la situación internacional.

8. Nuestra Casa Cultural Socialista Rebelión será articulador y punto de confluencia de los distintos trabajos políticos en escuelas, hospitales y fábricas de la zona sur de la CABA.

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