Opiniones sobre el fin del mundo. La condena de Cristina en el país de Milei

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Opiniones sobre el fin del mundo es una columna que busca dar cuenta de lo que reflejan algunas de las notas de opinión dominicales de los medios masivos de comunicación y otras nuevas plataformas. Obviamente, el medio por donde se publica esta pieza busca entender la realidad y a la vez proponer ideas para transformarla mediante políticas socialistas.

Es indudable que la condena a Cristina Fernández de Kirchner es el tema que tiene como eje central a la política argentina. Desde el carácter de la medida judicial, hasta los avatares que se desarrollarán por ella forman parte de las discusiones del momento. Milei, sin la centralidad que lo pone cómodo, busca ubicarse. La izquierda ante un desafío ¿Qué hacer ante este escenario?

¿Punto fundante?

Es una pregunta que resuena y bastante ¿Qué va a pasar luego del miércoles, cuando Cristina tenga que presentarse en Comodoro Py? ¿Qué va a hacer el peronismo? Estas preguntas, importantes, tal vez puedan responderse en el futuro próximo, aunque ya hay algunas pistas. Pero lo importante es develar las razones por las que la Corte Suprema de Justicia decidió sacar del juego electoral a Cristina Fernández de Kirchner.

Para Jorge Liotti, parte de esta explicación se encuentra en el enfrentamiento entre la ex presidenta y uno de los cortesanos, específicamente Horacio Rosatti. Argumentó el columnista: “Los movimientos de Lorenzetti siempre generaron sospechas en sus pares, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. En la Corte vincularon esas maniobras con su interés en el ingreso de Ariel Lijo a la Corte. Por eso una de las hipótesis que le imputan es que cuando se cayó el pliego del polémico juez por la falta de apoyo kirchnerista, Lorenzetti le terminó de soltar la mano a Cristina”[i]. El mismo periodista resaltó que fue el juez antes mencionado quien, semanas atrás, envió una carta a sus pares para acelerar el fallo de la causa. Todo el desenlace posterior, demostró que, como es obvio, los integrantes compartían el signo con el que iban a resolver la cuestión de CFK, más allá de algunas diferencias. Así, el hecho, como también destaca Liotti, puede entenderse del siguiente modo: “(…) la Corte Suprema dio el gesto político más fuerte que podía exhibir al disponer la prisión de una expresidenta y líder del principal partido opositor. Fue una demostración de poder contundente, en medio de un sistema que todavía sufre la descomposición al que lo sometió el triunfo libertario de 2023. Fue un mensaje no sólo dirigido a Cristina Kirchner, sino también al resto de la dirigencia. Así lo entendieron en la Casa Rosada, donde no hubo euforia desmedida”[ii].

¿Punto fundante para Milei?

Esto apuntado por el escriba de La Nación no se puede entender como otra cosa que otro paso más en el cambio del régimen político.  No el primero ni el único cambio. Pero si, otro paso. Lo que se llama “demostración de fuerza”, puede entenderse bien como la intromisión de uno de los bloques que integran el entramado de instituciones (no solamente las del Estado) a la hora de configurar, por ejemplo, el mapa electoral. Los puntos fundantes no sólo son esto que detallamos, sino también el comportamiento de un gobierno que, al menos por estos días, perdió la centralidad. En este sentido, Eduardo Van Der Kooy describió: “El enigma resulta una razón de intranquilidad para los libertarios. La determinación de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti no les cayó bien no quizás porque no la compartan en su esencia. Simplemente porque delineó otro territorio electoral donde la contrincante visible no será Cristina. Tampoco resulta sencillo predecir cuál podría ser el comportamiento social, sobre todo en Buenos Aires, donde existe un acervo cultural peronista que podría sentirse acicateado por la ausencia de la ex presidenta condenada”[iii]. La reconfiguración de la estrategia electoral, sin dudas, va a ser uno de los elementos a solucionar para el oficialismo, según el analista. Pero también considera que este antecedente puede ser un elemento disciplinador para los libertarios. Ya por opinión nuestra, el bloque que decide el fallo, la Corte, y grupos empresarios de los más concentrados (donde se encuentra Clarín) puede que no permitan en un futuro nuevos “No” de Milei para sus negocios. Más allá de las ganancias que absorben con el libertario como instrumento de gobierno, no quieren nada de autonomía por fuera de sus decisiones.

¿Punto fundante para el PJ?

Por el momento, más allá de lo que se vio en la calle y lo que se escuchó en los discursos de varios actores principales, el peronismo sigue encorsetado en disputas internas.

Más allá del manto de unidad que se trata de transmitir luego del fallo, lo cierto es que las disputas siguen. Claudio Jacquelin lo define del siguiente modo: “A pesar del optimismo que se empeñaban en transmitir camporistas y cristinistas, hasta anoche quedaban muchos tickets por vender para la manifestación. Los principales dirigentes de la CGT no se mostraban particularmente activos para movilizar a sus bases, pese a las enormes presiones que recibían del cristicamporismo. Ni hablar de la mayoría de los gobernadores peronistas, que se ocupan de subrayar la distancia (física y algo más) que hay entre sus provincias y Comodoro Py o Constitución. Cuando baje la pretendida marea de manifestantes y queden expuestas sus reales dimensiones empezará otra realidad más complicada. En menos de una semana (según calculan en todos los campamentos del peronismo bonaerense) volverán a abrirse las discusiones electorales y de poder internas, asordinadas por el terremoto que provocó la resolución de la Corte al dejar firme la condena a seis años de prisión para Cristina Kirchner y su inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos”[iv]. Pareciera entonces que podríamos estar en un escenario donde cambió todo y a la misma vez nada.

Sobre la novedad política de la semana, Diego Genoud tituló su nota con un punto interesante “La batalla que empuja al peronismo a pelear por fuera de las instituciones”. Cabe preguntarse ¿Hasta dónde lo hará? ¿Se volcará a la calle en defensa de los ingresos de los que vienen perdiendo con el modelo libertario? ¿Funcionará como articulador de las luchas que están, al día de hoy, enfrentando a Milei? Las convocatorias, al menos hasta el momento, parecen indicar lo contrario. La consigna del próximo miércoles: “Sin Cristina no hay peronismo, y sin peronismo no hay Argentina posible” pareciera que poco tiene de aglutinador. Mas bien se presenta como una lucha parcial de un tercio de la representación política del país, sin tener en consideración las reivindicaciones del resto de los atacados por la motosierra. Ni tampoco teniendo nada de autocritica, frente al desencanto y enojo que han generado en miles.

Esto se ve reflejado en parte del artículo del periodista que integra El Destape. Genoud describió en su columna: “Mientras el peronismo encuentra un motivo de unidad, una parte del activismo se siente más huérfano que nunca y una porción de la sociedad sigue el tema con absoluta indiferencia, la ex presidenta se muestra en su casa agradecida y de buen humor. Se preparó desde hace años para este escenario y cree que la condena deja confirmadas todas y cada una de sus denuncias. Su objetivo prioritario ahora es que le concedan la prisión domiciliaria”[v].

La izquierda y un nuevo ¿qué hacer?

Es una síntesis de todos los partidos, al menos los que integran el FITU, el rechazo unánime a un fallo que, como ya mencionamos, es una muestra más de un cambio de régimen. Un paso autoritario de un bloque de poder que quiere reorganizar la política argentina en medio de la desintegración de los partidos políticos tradicionales con los que supieron gobernar. La memoria colectiva y la de CFK tampoco, olvida que, con ella “la juntaron en pala durante su gobierno”.

Pero, hoy tras la medida tomada, el sector mencionado deja en claro que no quiere a nadie con algún grado de autonomía. Más allá de que el peronismo y Cristina sean parte de algún proyecto de la burguesía.

Estas internas por arriba no quitan que es necesario y obligatorio para quienes defienden los derechos democráticos repudiar esta avanzada que, sin embargo, no empezó la semana pasada. En este sentido, terminar con la proscripción de CFK sin dejar de pedir que haya de verdadera investigación sobre los presuntos casos de corrupción, poco puede resultar abrazándose a la estrategia del PJ. Esta estrategia es la que Fernando Rosso, en su editorial, la define de la siguiente forma: “La proscripción contra Cristina Kirchner la llevaron adelante pese a los esfuerzos que ella misma venía haciendo para “ponerse a tono” con los nuevos vientos: hablando de la necesidad de reformas laborales, de “Estado eficiente” o cuestionando a los empleados públicos. Evidentemente no fueron garantías suficientes o los verdaderos dueños creen que cuentan con una correlación de fuerzas que les permite (a través del veto de los cortesanos) eliminar cualquier matiz en las fuerzas políticos”[vi]. En síntesis, coincidimos con el conductor del Círculo Rojo que Cristina hizo todo para pactar con el bloque que la condena y no le salió. La pregunta que surge de esto es lo siguiente. Bajo una estrategia que sólo busca pactar una domiciliaria y no mucho más ¿Por qué hay que concurrir a una marcha donde la esencia, el contenido de la fuerza movilizada va a seguir siendo pactar con los sectores más reaccionarios del régimen? Esta es la respuesta que debería dar el periodista del PTS. Salvo que piense, concretamente, que: “Sin Cristina no hay peronismo, y sin peronismo no hay Argentina posible”.

Marchar en unidad en la calle con sectores del peronismo no tiene nada de malo y es hasta fundamental para golpear y derribar el plan de Milei. Pero esto es útil en el marco de que se haga bajo un programa que motive esa tarea y no sea solamente con el objetivo de fortalecer una variante burguesa.

Esta propuesta es la postulada por el MST: una salida integral y de verdadera independencia de clase.


[i]El súbito movimiento de la Corte que terminó con Cristina. Jorge Liotti – La Nación (16-6-2025)

[ii] Ídem.

[iii]La condenada que intranquiliza a Milei. Eduardo Van Der Kooy – Clarín (16-6-2025)

[iv]La política, en suspenso hasta el miércoles. Caludio Jacquelin – La Nación (17-6-2025)

[v]la batalla que empuja al peronismo a pelear por fuera de las instituciones. Diego Genoud – El Destape (16-6-2025)

[vi]Editorial. Un fallo contra las libertades democráticas. Fernando Rosso – La Izquierda Diario (14-6-2025)

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