Pese a las súper tasas, el dólar vuelve a subir

Compartir

El dólar mayorista avanzó 13 pesos y cerró en 1274 pesos, mientras que en el mercado de futuros se observaron subas en todos los tramos. Para diciembre, los contratos apuntan a un tipo de cambio de 1463 pesos, por encima del valor proyectado en el anticipo del Presupuesto 2026 (1229 pesos). El gobierno busca frenar las expectativas de devaluación y sigue tomando medidas para frenar la suba del dólar, elevando los encajes y con una baja en el rendimiento de los fondos comunes.

Tras una jornada (la del miércoles) en la que el equipo económico quemó las naves para revertir la trepada del dólar, este jueves el valor de la divisa volvió a moverse hacia arriba en sus diferentes variantes. El dólar oficial del Banco Nación aumentó 15 pesos, a 1290 para el tipo vendedor. Los dólares financieros y bursátiles, el Mep y el «contado con liqui», también se acomodaron un escalón más arriba, a 1282 pesos el primero y 1285,20 el último.

Con el objetivo de absorber pesos del sistema y contener la volatilidad financiera, el BCRA incrementó del 20 al 30 por ciento el encaje mínimo exigido para los depósitos a la vista de Fondos Comunes de Inversión (FCI) Money Market y cauciones. Se trata de un golpe directo al rendimiento de las billeteras virtuales, que utilizan esos instrumentos como uno de sus principales vehículos de inversión.

Desde la autoridad monetaria explicaron que buscan “incrementar el encaje de las partidas que generan mayor volatilidad y encarecen el crédito al sector privado”. También destacaron la necesidad de fortalecer el esquema monetario basado en control de agregados.

Tras el desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs), el exceso de pesos provocó un desplome de las tasas, que en el caso de las cauciones cayó del 35 al 15 por ciento. Para revertir esa tendencia, el Central intervino con venta de Lecaps y reactivó los Pases Pasivos, pagando tasas de hasta 36 por ciento.

El Ministerio de Economía, por su parte, convalidó tasas efectivas anuales de entre 40 y 47 por ciento en la última licitación de deuda en pesos, lo que ayudó a recomponer los retornos del mercado. Sin embargo, se espera que el nuevo ajuste de encajes provoque una baja en el rendimiento de los FCI y, por extensión, en las billeteras digitales.

Bonos en rojo

Los bonos en dólares continuaron con su tendencia negativa. Acumularon seis ruedas consecutivas de caídas, aun después de que el Tesoro convalidara una tasa del 3,3 por ciento mensual para las Lecaps de julio en una licitación de emergencia.

El Bonar 2029 lideró las bajas con un retroceso del 1,6 por ciento, seguido por el Global 2046 (-1,3 por ciento), Global 2030 (-1,2 por ciento) y Global 2035 (-1,2 por ciento). En ese contexto, el riesgo país alcanzó los 748 puntos básicos, con un aumento del 1,6 por ciento en la jornada.

En contraste, la renta variable mostró un mejor desempeño: el índice S&P Merval ganó 1,9 por ciento en pesos y 1 por ciento medido en dólares, y se encamina a su primera semana positiva en casi dos meses. El repunte fue impulsado por las acciones bancarias, como Banco Macro (+4,4 por ciento) y BBVA (+4,0).

También se destacaron los ADRs de compañías argentinas que cotizan en Wall Street: Banco Macro avanzó 3,6 por ciento, Grupo Supervielle 3,2 por ciento y Galicia 2,9 por ciento, en una jornada de renovado apetito global por riesgo.

Moody’s mejora la nota 

La calificadora Moody’s sorprendió al subir la nota soberana de Argentina de Caa3 a Caa1, al considerar que las reformas económicas y el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fortalecen la liquidez externa y mejoran el perfil financiero del país. La perspectiva fue ajustada de “positiva” a “estable”.

“La extensa liberalización de los controles de cambio y capital, junto con un nuevo programa del FMI, apoya la disponibilidad de liquidez en moneda fuerte”, indicó Moody’s, que valoró además el inicio de un proceso de desinflación, el nuevo ancla fiscal y monetaria y la eliminación de distorsiones para fomentar la inversión.

La calificadora resaltó como positivo el cambio de enfoque: el nuevo acuerdo con el FMI contempla desembolsos por 20.000 millones de dólares en cuatro años que no financiarán déficit fiscal, sino que apuntan a reforzar la balanza de pagos. A esto se suman u$s6.100 millones de organismos multilaterales.

No obstante, advirtió que la acumulación de reservas aún depende de ingresos extraordinarios y no de un superávit comercial estructural. El deterioro del balance externo por turismo y consumo importado, así como la falta de ingreso genuino de divisas, representan riesgos latentes.

Noticias Relacionadas