Tras capear la «crisis de las tasas», el freno del ingreso de dólares que aporta el campo se presenta como el nuevo obstáculo a sortear para el gobierno de Javier Milei. La reducción de la oferta de divisas por el fin de la liquidación de la cosecha gruesa obliga al equipo económico a intervenir en el mercado de futuros y subir la tasa interés con el objetivo de evitar la volatilidad en el tipo de cambio, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) presiona a Luis Caputo y sus colaboradores para robustecer las reservas internacionales.
En un principio, la administración libertaria aspiraba a generar un flujo de moneda extranjera a través del plan para «sacar los dólares del colchón«. A partir de una serie de medidas que flexibilizaban el uso del dinero no declarado, Caputo pretendía remonetizar la economía y, con una abundante circulación del billete verde, dominar el panorama cambiario. Sin embargo, la lluvia de dólares no se materializó y los proyectos de ley para blindar este esquema no avanzaron en el Congreso de la Nación.
Caputo aprobó el sexto proyecto RIGI por US$ 217 millones y rechazó la propuesta de una empresa china
Se acabaron los dólares del agro: ¿sigue la tensión cambiaria?
Más allá del traspié, la ventana temporal de la rebaja de las retenciones del agro se clausuró el 30 de junio. Por lo tanto, los exportadores aceleraron las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) hasta el filo de la fecha límite. Una vez que impacta la DJVE en el sistema, tienen hasta quince días hábiles para liquidar. Ese plazo expiró a comienzos de esta semana.
«Increíble la cantidad de dólares que ingresaron los exportadores agro en julio: US$ 3.600 millones en lo que va del mes. Esto ya es dato. Solo frenando acá, ya es la liquidación más alta para cualquier julio (ajustada por precios internacionales) desde que hay registros», resaltó Salvador Vitelli, el jefe de Research de Romano Group.
«Entre febrero y junio, impulsadas por la baja transitoria de retenciones, las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) de los principales productos agrícolas (maíz, trigo, soja y derivados) promediaron US$ 200 millones diarios (US$ 300M en mayo y junio). Desde el 1° de julio (fin del incentivo), el promedio cayó a apenas US$ 26 millones diarios, apenas un 10% del nivel previo», agregó un reporte LCG.
Según cálculos de esta consultora, dejarán de ingresar más de US$ 2.000 millones. Además, el campo ya no tiene razones para adelantar la venta de sus exportaciones, como sí ocurría antes para aprovechar la reducción temporaria de los derechos de exportación, por lo que los pocos dólares que entren podrían demorarse más en llegar.
Existe un consenso entre los analistas consultados por Perfil: desde ahora, el ingreso de divisas será escaso y podría generar zozobra en el mercado cambiario. Al final de la estacionalidad favorable se suma la cercanía de las elecciones legislativas. Durante los años electorales, es frecuente que los inversores opten por una dolarización de sus carteras, motivada por la incertidumbre de los resultados de los comicios.
Por lo tanto, el Gobierno afrontará un panorama complejo con una demanda estable y una oferta reducida. En el kit de herramientas, el equipo económico cuenta con dos que ya estuvo probando en las últimas jornadas: subas en las tasas de interés e intervenciones en el dólar futuro.
Las estrategias de Caputo para domar el tipo de cambio
El primero estuvo vinculado a la avalancha de pesos que provocó la cancelación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), un instrumento que el Tesoro utilizaba para regular la cantidad de dinero en la economía. Los bancos tenían un stock de casi $10 billones y, al no encontrar otra opción financiera de corto plazo para colocarlos, provocaron una fuerte sacudida en el mercado.
Este episodio forzó al Ministerio de Economía a ofrecer instrumentos de corto plazo y a abrir una licitación de deuda no programada para absorber esos bolsones de pesos que habían quedado «sueltos» y podían tensionar al tipo de cambio. El Tesoro convalidó una tasa de interés más alta de la que había pagado en subastas anteriores, una suerte de premio a las entidades bancarias para que no transmitan volatilidad al plano cambiario.
En paralelo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) interviene en el mercado de futuros, donde se compran y venden contratos para fijar hoy el precio del dólar en una fecha futura. Esta alternativa sirve para cubrirse de posibles subas o bajas del tipo de cambio. En el caso de la autoridad monetaria, le permite ponerle un techo a las cotizaciones de los meses venideros, reduciendo la presión sobre el valor actual.
«El Gobierno en algún punto interviene, intervino y seguramente sigue interviniendo en el dólar futuro. Eso aplaca un poco la dolarización hoy porque si te aseguras un dólar relativamente barato en diciembre, quizás no tenés tanto incentivo a comprar dólares hoy», apuntó Guido Zack, el director de Economía de Fundar.
El riesgo país no baja: por qué se mantiene arriba de los 700 puntos y complica los planes del Gobierno
Y sumó: «También es cierto que cuando las expectativas de depreciación se despiertan, son difíciles de aplacar y por lo tanto hay que ver qué hace el Gobierno al respecto, si es que continúa con esta idea de no intervención dentro de las bandas o si se anima a intervenir y perder reservas».
De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, al 30 de junio el BCRA tenía una posición neta vendida de US$ 1.909 millones en dólar futuro. Esto implica que durante el sexto mes del año no sólo no intervino sino que achicó el monto, ya que en mayo ascendía a US$ 1.940 millones.
No obstante, fuentes de la City calcularon que a lo largo de julio, la cifra se habría disparado a niveles cercanos a US$ 4.000 millones, lo que se traduce en una intervención directa de US$ 2.000 millones que demuestra hasta qué punto el equipo económico está interesado en mantener anclada la moneda norteamericana. La información del Central se dará a conocer recién a fines de agosto.
Tanto la tasa como la intervención en el mercado de futuros cristalizan la imposibilidad de los hacedores de política económica de interceder en el Mercado Libre de Cambios (MLC), donde se define la cotización mayorista, hoy en $1.272. El sistema de bandas cambiarias, que oscilan entre $980 y $1.450, impide al Banco Central ofertar o demandar divisas, y morigerar eventuales corridas.
«Hacia delante nos encontramos más próximos a las elecciones, períodos en los que suele haber una dolarización de carteras más significativa, y nos alejamos del período de mayor estacionalidad de los agrodólares. Así, será muy importante que continúe el sendero de acumulación de reservas para mostrar mayor previsibilidad cambiaria y generar confianza», advierten desde Fundación Capital.
MFN