Qué hay detrás del rumor de que Lucas Blondel es el «topo» de Boca? El rol de Morena Beltrán

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Desde hace algunos días, un murmullo que mezcla sospechas y conspiraciones corre fuerte en el mundo Boca: se quiere instalar la idea de que Lucas Blondel sería el “topo” que filtra información del plantel al periodismo a través de su pareja, la periodista deportiva Morena Beltrán.

La versión se esparce con rapidez, como si hubiese alguien atrás con ganas de prender el ventilador y desatar la polémica. Pero, al analizar un poco más en profundidad, esa acusación parece más que intencionada y poco fundada.

En realidad, el ecosistema futbolístico de Boca no es ajeno a las charlas off the record entre jugadores y periodistas. De hecho, no es ninguna novedad que desde hace tiempo buena parte del plantel, y en especial los arqueros —titulares o suplentes—, mantienen contacto fluido con la prensa, compartiendo detalles, opiniones y datos que luego circulan en los medios. En definitiva, la información se filtra de múltiples fuentes, y es parte de la dinámica habitual en cualquier club con el peso y la exposición de Boca.

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Lucas Blondel y Morena Beltrán.

Lo que sí pudo averiguar este medio, a partir de fuentes cercanas a la dirigencia Xeneize, es que hay un marcado fastidio hacia Morena Beltrán. ¿La razón? Algunas críticas públicas que la periodista hizo sobre el presente del equipo y la institución, que la dirigencia no tomó bien. Sin embargo, ese enojo parece más un berrinche desmedido que una reacción proporcionada. Las observaciones de Morena están lejos de la dureza con la que otros colegas suelen analizar al club. Diego Díaz, Gabriel Anello y varios más no solo son más críticos, sino que, en el caso de Anello, incluso cruzan con frecuencia la línea del respeto, dejando en claro que la bronca dirigencial es un poco de «pura formalidad».

Por si algo le faltaba a esta historia cargada de internas y susceptibilidades, también habría sumado su malestar el propio Miguel Ángel Russo. Aunque el entrenador no manifestó públicamente enojo alguno con Lucas Blondel, este medio pudo saber que la relación se tensó luego de una frase del lateral, referida a los diez goles que el Bayern Munich le convirtió al Auckland City antes del partido con Boca en el Mundial de Clubes.

La frase en cuestión —“A Miguel lo shockeó ver tantos goles”— parecía inocente, incluso simpática. Pero puertas adentro no cayó nada bien. En el cuerpo técnico la interpretaron como una ironía innecesaria, una chicana que dejaba expuesto al entrenador. El contexto no ayuda: Russo no está teniendo un camino de rosas en este ciclo, y más de una vez él mismo deslizó frases que generaron ruido, como aquella tras un empate sufrido donde pidió a los hinchas “valorar que no se perdió”. Palabras que, en su momento, también abrieron debates.

Todo este escenario no hace más que desnudar un clima denso y viciado, donde se agitan teorías sobre filtraciones internas, se multiplican los rumores de “topos” y se sobreactúa la exposición de ciertos vínculos personales. En ese contexto, que Lucas Blondel y Morena Beltrán sean puestos en el centro del escenario no implica que sean los verdaderos protagonistas de esta historia: más bien, parece que el poder de turno elige iluminarlos con reflectores para distraer y cubrir a quienes realmente mueven los hilos desde las sombras. Una estrategia conocida: apuntar hacia los que brillan para evitar que se vea la mugre que hay detrás del telón.

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