El presidente de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro Ernesto García Maañón (76) presentó su renuncia este jueves ante la Secretaría de Personal de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires. El juez tenía abierto un sumario en el Máximo Tribunal por una denuncia por acoso sexual por parte de una auxiliar letrada que trabajaba con él.
Mientras el expediente abierto por la Subsecretaría de Control Disciplinario de la Suprema Corte avanzaba, también se había abierto una investigación penal en una fiscalía.
Ahora la renuncia de García Maañón debe ser aceptada por el Gobernador bonaerense Axel Kicillof. Una situación similar a la de la jueza Julieta Makintach (47), también de San Isidro, que enfrenta un jury en su contra por el escándalo del documental en el juicio por la muerte de Maradona. Por ahora, Kicillof no aceptó la renuncia de Makintach y el jurado de enjuiciamiento continúa con su evaluación de su conducta.
En el sumario lo más sustancioso serían testimonios de testigos que no solo respaldan la denuncia de la auxiliar letrada, sino que agregarían nuevos elementos contra García Maañón con al menos otra funcionaria como víctima.
Según pudo saber Clarín, otra auxiliar letrada que había sido convocada para declarar en el sumario por la primera denuncia, terminó contando que ella sufrió tocamientos por parte del juez en su despacho y, ante su rechazo, el destrato profesional.
La denuncia contra García Maañón
La denuncia contra el histórico juez de San Isidro fue presentada por la víctima el martes 16 de julio pasado después de una situación en la que se vio difamada y humillada públicamente. Según la funcionaria, García Maañón dijo en un grupo de WhatsApp con otros integrantes de la Cámara que iba a reemplazarla porque se había «mandado varias macanas». Pero para la mujer, esto era una represalia basada en su rechazo a mantener una relación sentimental con el juez.
Hoy, la funcionaria de la Cámara de Apelaciones de San Isidro que denunció al camarista se encuentra con licencia psiquiátrica por trastorno de ansiedad. Enfrenta un gran sentimiento de culpa, angustia y teme represalias.
Es que, según su denuncia, el juez no solo la quiso reemplazar acusándola de haberse «mandado varias macanas», sino que vivió situaciones de extrema violencia, como por ejemplo, una intimidación con un arma de fuego frente a su cara en el despacho del juez. Todo eso por no haber accedido a mantener una relación íntima con García Maañón, según la denuncia.
No obstante, según la denuncia, las situaciones de acoso sexual y hostigamiento se prolongaron durante más de cuatro meses e incluyeron insinuaciones sexuales, comentarios personales, intentos de establecer un vínculo no laboral y un importante cambio en el trato profesional después de la negativa de la víctima a acceder a otro tipo de vínculo con el juez. Además relató un intento de tocamiento y hasta una intimidación con un arma frente a su cara.
La causa judicial
Después de que tres fiscales se excusaran de tomar la denuncia penal contra García Maañón, el fiscal José Amallo, de la UFI de Tigre, asumió en la causa.
Es el mismo que también tiene la investigación judicial contra Makintach por la presunta grabación de un documental durante el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. Paradójicamente, la Cámara de Apelaciones que presidía hasta ahora García Maañón es la que define el futuro de ese juicio, que quedó nulo por el papelón de la jueza.
En la causa por acoso también es querellante la auxiliar letrada que denunció a García Maañón por acoso. El martes de la semana pasada el juez de Garantías 1, Ricardo Costa, la aceptó como particular damnificada y es representada por el abogado Juan E. Saucedo. En tanto, el juez García Maañón es defendido por el abogado Adrián Murcho.
Fuentes del caso dijeron a Clarín que la primera medida ordenada por el fiscal Amallo fue designar una psicóloga del Centro de Atención a la Víctma (CAV) para brindarle contención y evaluar cuándo estará en condiciones de declarar en la fiscalía.
Todo esto, a pesar de supuestos intentos del juez por condicionar a los testigos citados por el área de Control Disciplinario de la Suprema Corte. «Está intentando por todos los medios generar miedo a quienes fueron citados», dijo una fuente del caso a Clarín. Una versión es que una ex pareja del juez, que también es jueza, sería la que recorre Tribunales pidiendo no declarar contra García Maañón. También se habla de que el juez pidió presenciar las audiencias y realizar preguntas y no lo dejaron.
Además, el diario La Nación publicó un audio adjudicado a García Maañón que tuvo como destinataria a una funcionaria de la Cámara en la que le pide que declare «la verdad, que vos no estuviste presente en ningún lado, no creo que hayas estado metida adentro de mi despacho con ella también», decía.
En otra parte del mensaje afirmaba: «Estoy con dos abogados, esto va a tener trascendencia. Yo lo voy a seguir a muerte con falsa denuncia y demás. Esto lo sigo a muerte». Finalmente, acorralado por el avance del sumario en su contra y las declaraciones cada vez más contundentes que respaldan los dichos de las víctimas, García Maañón decidió renunciar.
Antes, ya había hecho un pedido de licencia para cuando terminara la feria judicial, por lo que no iba a volver a su despacho el 4 de agosto, sino que tenía una ausencia programada hasta el 18 a raíz de este escándalo.
Cerca de la auxiliar letrada que lo denunció no estaban tranquilos con esta licencia y la posibilidad de renuncia por parte de García Maañón. Quieren que el juez sea suspendido o tenga una licencia sin goce de sueldo. La intención de la querella es llevarlo a un jury de enjuiciamiento cuando finalice el sumario administrativo.
El juez, que es camarista desde 1998, también fue noticia en 2023 por matar a dos de los seis ladrones que intentaron asaltarlo cuando salía de un torneo de tiro en Quilmes.
MG