Repunte, no recuperación

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El empleo se mantiene prácticamente estancado. En mayo, el empleo asalariado registrado en el sector privado creció apenas 0,1 por ciento, pero esa leve suba se compensó con una caída de igual magnitud en el sector público y en el trabajo en casas particulares, lo que dejó sin cambios el número total de puestos formales en el país. 

El dato se conoce en un contexto de suba de la desocupación durante los primeros 15 meses del gobierno de Javier Milei, que pasó del 5,7 por ciento en el último trimestre de 2023 al 7,9 por ciento en el primer semestre de 2025.

De acuerdo con el relevamiento del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el quinto mes del año había 10,1 millones de personas con empleo asalariado registrado, incluyendo sector privado, público y casas particulares, y 2,8 millones de trabajadores independientes (monotributistas y autónomos). En el segmento privado, la variación positiva de mayo implicó la incorporación de unas 6000 personas.

El análisis por rama de actividad mostró que Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones fue el sector más dinámico, con un aumento mensual del 0,6 por ciento en la cantidad de trabajadores. Le siguieron Suministro de electricidad, gas y agua (+0,4), Comercio y reparaciones (+0,3) y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+0,2). El resto de los rubros mostró cambios marginales o directamente se mantuvo sin variaciones.

En la Secretaría de Trabajo, dependiente del Ministerio de Capital Humano, resaltaron que el resultado “refleja la conservación de los puestos laborales en el sector privado” y lo atribuyeron a las mesas de diálogo con empresarios y sindicatos. Sin embargo, el ritmo de creación de empleo se mantiene débil y no logra revertir el impacto de la recesión sobre el mercado laboral.

Las expectativas de los empleadores sobre la evolución del empleo en los próximos tres meses siguen siendo positivas, aunque más moderadas que en meses previos. Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), el 3,9 por ciento de las empresas consultadas espera cambios en su dotación de personal, de las cuales el 2,3 por ciento prevé aumentarla y el 1,6 por ciento reducirla, lo que arroja un saldo neto levemente positivo. 

En el detalle de las contrataciones interanuales, un 42 por ciento respondió a la necesidad de cubrir vacantes, un 38 por ciento a la expansión de la demanda de bienes o servicios, y un 13 por ciento a cambios en los procesos productivos. Del lado de las desvinculaciones, el aumento fue menor al de las incorporaciones y estuvo explicado en un 90 por ciento por decisiones voluntarias de los trabajadores, principalmente renuncias y jubilaciones.

La comparación interanual muestra que el empleo privado lleva varios meses en niveles similares, sin lograr una recuperación sostenida después de la caída de fines de 2023 y principios de 2024. En este sentido, la incorporación de personal registrada en mayo no alcanza para revertir el deterioro acumulado en el mercado laboral.

En junio, los salarios del empleo registrado privado mostraron un leve rebote tras tres meses de caídas consecutivas en su poder adquisitivo. El salario medio real creció 0,7 por ciento respecto de mayo, lo que no permitió recuperar el total de lo perdido desde febrero.

En el caso de los salarios pactados en los principales convenios colectivos, el incremento real fue de apenas 0,1 por ciento en junio, sumando tres meses de mejoras consecutivas. Catorce de los 27 convenios analizados registraron una suba real superior a la inflación del período. En la comparación interanual, el salario promedio de convenio se ubica 2,4 por ciento por encima, aunque esta ventaja se fue reduciendo tras alcanzar picos de más del 5 por ciento en los primeros meses del año.

Ante este panorama, la conflictividad (sin paro) registró un fuerte aumento. En junio se contabilizaron 117 conflictos, lo que implica un incremento del 48% interanual tanto en el ámbito estatal como en el privado. Las acciones más utilizadas en estos conflictos son las concentraciones (43 casos), seguidas por movilizaciones (23) y declaraciones organizativas (21). Sin embargo, los conflictos que terminaron en un paro si se vieron disminuidos, en junio se registraron 46 conflictos laborales con paro, lo que representa una disminución del 10% respecto al mismo mes del año anterior, y del 22% en comparación con mayo de 2025.

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