Como ya pasó con varias series en el streaming, la segunda temporada de Merlina fue dividida -y estrenada- en dos partes. Los cuatro episodios finales llegaron a Netflix el 3 de septiembre, y con ellos un desenlace con sabor a poco a pesar de la expectativa que generó la primera parte de esta nueva entrega de la ficción dirigida por Tim Burton.
En estos episodios finales, el foco está puesto en la dinámica familiar entre Merlina (Jenna Ortega), Morticia (Catherine Zeta-Jones) y Hester Frump (Joanna Lumley), quienes tendrán que dejar de lado sus diferencias para resolver el misterio central que se planteó durante toda la temporada.
Y, paralelamente, hay varias subtramas abiertas que giran en torno a la Academia Nunca Más, que también tienen que resolverse con el pasar de estos pocos capítulos.
La vida de Enid Sinclair (Emma Myers) y su destino se encuentran en peligro; Tyler Galpin (Hunter Doohany) y Slurp (Owen Painter) siguen sueltos tras los incidentes de la primera parte de esta entrega, aterrando a toda la ciudad de Jerico; y Bianca Barclay continúa tratando de proteger a su madre de ser capturada por los líderes de una secta, sin tener en claro quién es el verdadero enemigo.
Esta multiplicidad de frentes abiertos termina siendo, justamente, el principal problema de estos episodios. Y es que, de alguna forma, intenta resolver tantas tramas complejas en poco tiempo que perdieron la oportunidad de terminar de explorar las capas y las complejidades de varios personajes centrales.
A pesar de que esto se hace notar demasiado, sobre todo en los dos primeros episodios, lo cierto es que varias revelaciones le devuelven el ritmo hacia el final, y hace que el misterio que caracteriza a la serie recupere un poco la emoción en el espectador.
De hecho, la remontada del último episodio incluso deja con ganas de más, aunque, cuando estrene la tercera temporada, que ya fue confirmada por Netflix, tendrá que apostar por un giro oscuro que logre sorprender, para no caer en la monotonía de plantear siempre los mismos conflictos.
La participación de Lady Gaga
Sin dudas, uno de los elementos más anticipados por los fans en esta segunda parte fue la participación de Lady Gaga, que, además, desde hace tiempo es mega promocionada por Netflix.
Se hizo desear tanto que las expectativas eran altísimas. Pero, lamentablemente, la mega estrella pop sólo aparece unos cuántos segundos con un personaje que es imposible describir sin spoilers.
Su breve aparición desencadena una curiosa situación entre Enid y Merlina, que no suma nada a la historia y hasta se siente un poco forzada.
Por este motivo, da la sensación de que todo fue insertado aisladamente para contar con un rol para la artista, que si bien estuvo acertada en su actuación, no se lució, porque tampoco tuvo el tiempo ni el lugar para hacerlo. Esto, con el nivel actoral que Lady Gaga demostró tener en otras producciones, se siente como un verdadero desperdicio.
Sin embargo, hay que destacar que la canción que la artista interpretó y compuso para la serie, The Dead Dance, generó un momento musical que tuvo su peso con el típico sello de Tim Burton y le dio un gran cierre oscuro y cómico a uno de los episodios, al clásico estilo de la familia Addams. Quizás, hubiese sido mejor que, en esta ocasión, limitaran su aporte a lo musical.
Ficha
Calificación: Buena.
Fantasía Protagonistas: Jenna Ortega, Catherine Zeta-Jones, Luis Guzmán, Isaac Ordonez, Joanna Lumley, Emma Myers y Hunter Doohany, entre otros Dirección: Tim Burton Emisión: Cuatro episodios de una hora, en Netflix (que se suman a los anteriores, también disponibles).