Esta observación se repite en casi todas las localidades y se interpreta como un signo de la poca instalación de la campaña y, sobre todo, del cansancio generalizado con la política. A pesar de esto, se destacan algunos puntos de contacto que resultan «jugosos», donde se logran diálogos más profundos y se empieza a indagar sobre las intenciones de voto.
El termómetro de la calle: entre la coherencia y la desilusión
En un contexto difícil, en el cual la desocupación en la zona norte de la provincia de Buenos Aires llega al 9,5%, y es más acentuado en las mujeres que alcanza un 10,5%. Donde se destruyeron cerca de 40.000 puestos de trabajo formales y se profundiza la pobreza con un 59,7%, la gente expresa la desilusión y bronca hablando con los candidatos del FIT-U. Un sector importante del electorado aún no tiene su voto decidido.
Entre miles de volantes que se reparten con las propuestas del Frente de Izquierda Unidad, quien lleva a Romina del Pla encabezando la primera sección y Nicolás del Caño en la tercera sección, se identifican tres tipos de votantes:
Los leales del FIT-U: Son quienes reconocen el trabajo de referentes como Nicolás del Caño y valoran la cercanía del espacio con los reclamos de los jubilados y en discapacidad. Son los que sostienen el voto «con orgullo» y destacan la «coherencia», «que están en cada lucha», «en las calles», «que apoyan a los palestinos en Gaza» y el «no transar» de la izquierda.
Los desencantados del peronismo: Este sector, muestra respeto por la izquierda y su presencia en la calle. Muchos expresan un profundo hartazgo con la dirigencia tradicional, que consideran «corrupta» y «desencantada» y que «están haciendo las cosas mal». Vienen de experiencias negativas y algunos, aunque minoría, ya definieron su pase al FIT-U.
Los arrepentidos de Milei: Hay casos de votantes de La Libertad Avanza que, desilusionados por el ajuste y la distancia entre el discurso y los hechos, se acercan a dialogar. Si bien no hay una definición de voto masiva, la desilusión con el actual gobierno y los casos de corrupción que están saliendo a la luz los lleva a explorar otras opciones.
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El futuro de la campaña: oídos atentos y redes dinámicas
De cara a las últimas semanas, los candidatos coinciden en la necesidad de ajustar la estrategia. La prioridad es intensificar el diálogo en la calle, «preguntar mucho, indagar a fondo, escuchar qué opina la gente y saber de dónde vienen los votos», con la intención de interpelar a quienes están en la vereda de la apatía y el desencanto.
Además de las actividades en callejeras, las redes sociales se presentan como un canal clave para las «micro campañas». Los candidatos, con perfiles cada vez más dinámicos, buscan llegar a miles de personas con contenidos creativos y específicos. En un escenario político incierto, el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad busca consolidar su base, sumando a quienes se sienten traicionados por los partidos tradicionales y capitalizando la bronca y la desilusión que se respira en el conurbano bonaerense.
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Ante este escenario, surge la necesidad de construir una fuerza política de las y los trabajadores para la defensa del salario, los puestos de trabajo, las jubilaciones, la salud y la educación pública. Promoviendo la unidad de las luchas políticas y la resistencia contra el FMI y las grandes patronales.
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Por eso en cada volanteada, agitación en las calles, el FIT-U junto a los candidatos luego de conversar con la gente invita a sumarse a la campaña. El desafío es convertir esa apatía en una fuerza organizada que vaya más allá del voto.
Te invitamos a sumarte a la campaña y fiscalizar: