Guerra comercial: cómo puede afectar al crecimiento del PBI argentino este año

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Si hay un punto en el que los analistas coinciden respecto de la guerra comercial desatada por la imposición masiva de aranceles que hizo Donald Trump, es que aunque no afecte directamente a la Argentina -algo prematuro de evaluar rápidamente- puede complicar la capacidad de recuperación de la actividad económica.

Debido a la suba de aranceles, habrá menos dólares disponibles de las exportaciones, probablemente, y eso afectará la capacidad de crecimiento del país, aunque no sea algo tan determinante que lleve de nuevo a una recesión.

Un punto a favor que tiene Javier Milei, en un año electoral, es que podrá mostrar índices de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) similares a los planteados desde el año pasado por el oficialismo, debido al efecto de arrastre del 5%.

El economista Jorge Colina, titular del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) cree que este año tal vez Javier Milei no pueda alcanzar un 5% de crecimiento como tenía estipulado. “La guerra comercial lo que hace es reducir el comercio internacional disminuyendo entonces los precios internacionales de las exportaciones. Y eso obviamente demora la recuperación”, explicó Colina a Ámbito.

El economista dice que el nuevo entorno global “no ayuda por lo menos a la recuperación”. «Si la tendencia general es que los precios internacionales de los commodities caigan, es que hay recesión, recesión mundial», explicó.

“Ahora con este nuevo escenario internacional adverso, obviamente se generarán más dudas todavía”, dijo Colina, para quien la menor cantidad de dólares que podría obtenerse en el futuro va a ser el limitante para el crecimiento.

En cambio, Lorenzo Sigaut Gravina, economista en jefe de la consultora Equilibra consideró que tal vez la actividad no sea la variable que pueda resultar más afectada este año. “Sí los planes eran de un tipo cuando el Gobierno decidió bajar el ‘crawling’ al 1%, con todo este contexto internacional, que ya había empezado a los pocos días de que gane Trump a manifestarse, ahora cambiaron”, explicó.

Hay que cambiar los planes del 2025

“En un clima así de turbulento tener una política cambiaria tan inflexible, con micro devaluaciones de 1% al mes del tipo cambio oficial, claramente hace que el mapa que se había trazado para 2025 o la idea que se tenía, se desarma”, explicó.

Sigaut Gravina señala que la inestabilidad y la caída del precio de las materias primas “a la larga impacta en la disponibilidad de los dólares y eso le pone un techo a nivel de actividad”.

“En ese escenario, creo igualmente que al 5% se llega porque hay una arrastre estadístico que dejó el 2024 muy alto al igual que los primeros tres meses del año, en el que la nivel actividad vino bien”, señaló. Se estima que en el primer trimestre la actividad debería hacer crecido entre un 6% y 7%.

El efecto arrastre juega a favor del Gobierno

“Está bien, se creció 5% pero 3% es por arrastre o sea que es muy poco en lo marginal. Eso se podrá ver en la variación desestacionalizada” explicó el analista, quien señaló que la actividad “va a tender a ralentizarse e incluso estancarse”.

Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advierten que “Argentina, como ‘tradicional’ exportador de commodities agrícolas y ‘nuevo’ exportador de hidrocarburos sufrirá este shock externo”. “Es extremadamente importante ver qué sucede con el precio de la soja, ya que es el principal complejo exportador (24,6% de las exportaciones en 2024), y del petróleo crudo por los potenciales dólares que podría traccionar Vaca Muerta”, advierte PPI.

En tanto, Martín Kalos, de Epyca, plantea que este año el crecimiento del PBI igualmente va a estar más cercano al 5% que proyecta el Gobierno «por efecto arrastre» de manera que considera que para que no se cumpla «debería ocurrir una catástrofe». «No está claro si queda tela por cortar. Hay que ver como queda el mapa global, como se reconfiguran los aranceles y hasta si Argentina puede sacar provecho», señaló el economista, quien considera que hay que pensar ahora en «escenarios más conservadores» y anticipar que «va a quedar poco efecto arrastre para el 2026″.

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