Mario Pergolini relató con humor lo que vivió la noche anterior en el teatro que terminó convirtiéndose en una verdadera pasarela de figuras del espectáculo argentino. El conductor asistió al evento «Presidante Tour», de Dante Gebel en el teatro Gran Rex y tuvo un inesperado encuentro con Marcelo Tinelli.
“Fui a lo de Dante a las seis y media. Me iba a quedar un rato nomás, ya lo había visto antes”, comenzó explicando Pergolini en su programa. Sin embargo, la situación cambió cuando el espectáculo lo envolvió por completo: “No, no, lo vi las dos horas y diez. Muy bien”, reconoció sorprendido.
Mario Pergolini reveló cómo fue su encuentro con Marcelo Tinelli.
Un patio de butacas cargado de famosos con un cruce estelar
La noche no fue una más. Mario compartió fila con nombres como Axel, Rada, Manuel Wirtz, Mariano Martínez, el Tirri, Adrián Suar, Moria Casán, Petinatto, y, por supuesto, Marcelo Tinelli. “Después de Wirtz, el Tirri… Tinelli”, dijo, enumerando a quienes lo rodeaban. La lista parecía sacada de una gala de los premios Martín Fierro.
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El momento más comentado llegó cuando Pergolini y Tinelli coincidieron cara a cara. “Lo veo, me levanto y lo saludo”, contó. El gesto, breve pero potente, fue recibido con un murmullo de sorpresa en la sala. “Estábamos saludando en la fila, una adelante de todo un teatro. ¿Y hubo aplausos? Sí, claro”, recordó con cierta gracia.
La escena fue tan llamativa que el público reaccionó como si presenciara una reconciliación largamente esperada. “Es re loco que la gente crea que estamos peleados. Hemos charlado cientos de miles de veces”, aclaró Pergolini. Y sumó: “Siempre me gusta eso, que crean que somos como humanos que se repelen”.
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¿Reencuentro o simple cordialidad?
Más allá de la expectativa del público, Pergolini se encargó de poner las cosas en su lugar: “No me reencontré, solo nos saludamos”. Sin embargo, la imagen quedó grabada en quienes presenciaron el saludo. “Mucha gente volvió a la casa diciendo: ‘Lo vi a Mario saludarse con tal y tal, yo vi la reconciliación’”, relató, consciente del impacto que generó ese simple gesto.
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Además, bromeó con el “casting” de la primera fila: “Era el sueño húmedo de una señora, esa primera fila”, dijo su compañero de streaming, y remató con una ironía sobre el estado de algunos presentes: “El Tirri está hecho mierda”.
La noche cerró con una escena casi cinematográfica: varias de las figuras presentes se dirigieron a comer a Edelweiss, como si se tratara de un after oficial de celebridades. “Yo me quería ir», confesó Pergolini, abrumado por la intensidad del evento y los múltiples reencuentros.
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La grieta que vende aunque no exista
El episodio volvió a exponer una dinámica habitual en el espectáculo argentino: la ficción de enfrentamientos que el público consume como reales. “La gente quiere la unión», reflexionó Pergolini. “Siempre está bueno verlo en vivo”, añadió, en referencia a los saludos públicos entre figuras que alguna vez se presentaron como antagónicas.
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En apenas unas horas, Pergolini pasó de una visita casual a un show, a protagonizar uno de los momentos más comentados de la noche porteña. Y aunque él insista en que “no fue nada”, el público sigue leyendo en sus gestos algo más profundo: la posibilidad de cerrar viejas historias… al menos de cara a la platea.