Desde que la Corte Suprema dejó firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra Cristina Kirchner por corrupción en la causa Vialidad, la expresidenta comenzó a cumplir su pena bajo la modalidad de prisión domiciliaria en su departamento del barrio porteño de Constitución.
Esta situación, inédita para una figura de su envergadura política, generó un amplio debate sobre los beneficios, restricciones y condiciones que rigen su detención. Según lo dispuesto por el Tribunal Oral Federal N.º 2, Cristina Kirchner debe permanecer en su domicilio, ubicado en la calle San José 1111, y solo puede salir en casos excepcionales de fuerza mayor, debidamente justificados y con autorización previa del tribunal.
Además, se le colocó una tobillera electrónica para monitorear sus movimientos, y se estableció que debe abstenerse de realizar acciones que perturben la tranquilidad del vecindario, como manifestaciones o actos públicos desde su balcón.
Uno de los aspectos que más llamó la atención es la posibilidad de que la exmandataria acceda a servicios que no están disponibles para los presos en cárceles comunes, como el uso de internet, teléfono celular y delivery.
De acuerdo con la Ley 24.660, que regula la ejecución de las penas privativas de libertad, no existe impedimento para que una persona bajo arresto domiciliario pueda solicitar comida o productos a su hogar. En el caso de Cristina, puede recibir pedidos por aplicaciones, aunque no puede salir a buscarlos: debe recibirlos en la puerta de su departamento o enviar a alguien autorizado a la entrada del edificio.
Asimismo, tiene permitido utilizar su celular y conectarse a internet, lo que le permite mantenerse activa en redes sociales, leer medios digitales, ver series o incluso participar en reuniones virtuales. Este acceso, que en cárceles comunes está restringido o directamente prohibido, le otorga una ventaja significativa en términos de comunicación y actividad política.
Servicio domestico
En cuanto al servicio doméstico, la situación es más compleja. Cristina Kirchner debe presentar una nómina de personas autorizadas a ingresar a su domicilio sin necesidad de autorización judicial. En esa lista, que debía entregarse en un plazo de 48 horas hábiles, puede incluir a su equipo de limpieza, asistentes personales, médicos, abogados y familiares directos. Si alguna persona no figura en ese listado, deberá solicitar permiso al tribunal para ingresar.
Entre las personas que suelen asistirla están Zulma y Nancy, madre e hija, quienes colaboran con la limpieza y la asistencia cotidiana. También se mencionó a su secretario personal, Mariano Cabral, quien fue visto en varias ocasiones junto a ella en el balcón. Todos ellos deberán estar debidamente registrados ante la Justicia para poder ingresar sin restricciones.
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